El laurel es un árbol de la zona mediterránea cuyas hojas son muy usadas como condimento en multitud de recetas porque aportan un sabor fresco, entre dulce y picante. Como crecen en zonas silvestres, muchas personas disfrutan de laurel todo el año recolectando ellos mismos las hojas para luego, generalmente, dejarlas secar en un lugar oscuro o con ayuda del horno.
En infusión, las hojas de laurel son capaces de aliviar las molestias estomacales (reducen los gases, son buenas para los espasmos intestinales y ayudan a tener una correcta digestión) y mejorar los dolores renales. Todo ello, gracias al aceite esencial cuyos principales componentes son el cineol y el eugenol, que le confieren propiedades carminativas.